15/3/15

Una novela moral

“¿Sabe por qué no hay novelas negras en hebreo?”
 
 
Nos gustó mucho esta primera novela del escritor israelí Dror Mishani que aporta grandes dosis de inteligencia y originalidad al género. Se nota que Mishani es investigador especialista en historia de novela negra puesto que se aleja de las rutas convencionales al plantear una novedosa y hasta cierto punto experimental historia centrada en lo cotidiano y en los dilemas interiores de unos pocos personajes. No encontrarán en "Expediente de desaparición" sofisticadas investigaciones, ni persecuciones, ni tampoco escenas de alto voltaje… La de Mishani es una novela de una cadencia reflexiva (salvando las distancias, el planteamiento recuerda un poco al de algunas novelas de Philip Roth) en la que es mucho más importante el conflicto moral que afecta a los personajes que la investigación propiamente dicha.
 
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La novela empieza cuando una mujer llamada Hana Sharabi acude a la comisaría de policía de Holon, una ciudad del distrito de Tel Aviv, para denunciar la desaparición de su hijo adolescente. Son las seis de la tarde pasadas y en la vigilia de su treinta y ocho cumpleaños, y a falta de un plan mejor, el inspector jefe Avraham Avraham ya se ve en casa cenando frente a un capítulo de Ley y orden… Ha sido un día aburrido en el que prácticamente no ha ocurrido nada. Así que el inspector se arma de paciencia y atiende a la mujer. 
 
Tras escuchar con cierta desgana los detalles de la supuesta desaparición del muchacho, Avraham Avraham intenta convencer a la madre de que lo más probable es que a Ofer, así se llama el hijo de Hana, no le haya sucedido nada y concluye que no hay indicios suficientes para activar el protocolo para casos de desaparición. Pero al día siguiente el muchacho sigue sin aparecer y Hana vuelve a presentarse en comisaría. Esta vez lo hace acompañada del tío de Ofer. Ambos exigen al inspector jefe que ponga en marcha una búsqueda oficial.
 
A partir de este momento Avraham Avraham, que desde la noche anterior y a pesar de su aparente indiferencia, no ha parado de darle vueltas al asunto, tendrá que emprender una difícil investigación en la que el sentimiento de culpa, el arrepentimiento y tal vez la ausencia de ambos jugarán un papel fundamental.
 
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Son muchas las cosas destacables de la novela de Dror Mishani y también muchos los detalles que tenemos la sensación de haber pasado por alto durante la primera lectura. "Expediente de desaparición" es algo así como una novela negra sobre un caso práctico de filosofía moral que suscita muchas reflexiones en el lector… De hecho, entendemos que es una de esas novelas que admite tranquilamente una segunda lectura sin que en ella se vea comprometida su capacidad para sugerir temas y entretener.
 
En cualquier caso, y por el momento, nos gustaría destacar los siguientes cuatro aspectos: 
 
Una novela moral que gira entorno a un caso de desaparición
 
Desde un punto de vista dramático, el caso de desaparición en torno al cual gira la novela de Mishani tiene la gran virtud de amplificar el valor de las decisiones que toman los personajes y de trasladarlas con gran facilidad al terreno del dilema moral. Este es a nuestro juicio el gran acierto del autor israelí a la hora de plantear esta novela. 
 
Hay que tener en cuenta que a diferencia de, pongamos por caso, un homicidio, un caso de desaparición se desarrolla en una especie de indeterminación (que en determinados momentos de la novela adquiere un cierto aire kafkiano) que obliga a plantear la investigación en función de un suceso que es una mera hipótesis y no un hecho real o tangible desde un punto de vista criminológico. En consecuencia, el investigador se encuentra en la difícil tesitura de tener que actuar siguiendo un protocolo, es decir, convertirse en un simple burócrata o bien escuchar a su fuero interno. En cualquiera de los dos casos el juicio sobre su actuación se llevará a cabo a posteriori y variará en función del resultado.
 
Esto es precisamente lo que le ocurre a Avraham Avraham cuando atiende a la madre de Ofer y primero decide atenerse al protocolo y poco después, tras recordar el caso de Inbal Amram (un caso real ocurrido en Israel en 2006 en el que quedó demostrado que la negligente actuación de la policía fue en parte responsable del trágico desenlace), empieza a cuestionar la propia decisión y, por lo tanto, a situarse en el terreno de la responsabilidad moral. 
 
El punto de vista doble
 
Mishani plantea una narración en tercera persona que se articula a partir de un doble punto de vista: el de Avraham Avraham, el inspector de policía, y el de Zeev, un profesor de instituto que vive en el mismo edificio que la familia del muchacho desaparecido.
 
A pesar de encontrarse cerca de los cuarenta Avraham Avraham y Zeev son personajes inmaduros. En el caso de Avraham Avraham, no ha conseguido estabilizar sus relaciones de pareja (es soltero, no tiene novia, vive solo sin digamos estar convencido de ello) y todavía siente una especie de obligación adolescente para con sus padres. La situación de Zeev es aparentemente distinta, está casado y tiene una hija, pero en el fondo atraviesa una situación similar a la del inspector. Vive con desconcierto la paternidad y no acaba de asumir las responsabilidades que ésta conlleva; de hecho, intenta evadirse de este contexto acudiendo a un curso de escritura creativa… En ambos casos, el motor interno de los personajes es la inmadurez, la inseguridad (la crisis de los cuarenta tal vez) y por otro el dilema moral que tienen que afrontar.
 
Pero a diferencia del personaje de Avraham Avraham, cuyas derivas y pensamientos el lector puede seguir sin ninguna traba, el de Zeev está sutilmente controlado por el autor de manera que ese material (especialmente su implicación con el caso del muchacho desaparecido) nos llega de manera progresiva. Este recurso permite a Mishani generar una interesante tensión que de alguna manera compensa la infructuosa investigación de Avraham Avraham al tiempo que prepara al lector para un nuevo y brillante giro que llega hacia la mitad de la novela y que vuelve a poner el foco en la cuestión moral. Y en este caso el dilema estará estrechamente relacionado con el mismo acto de escribir y con la literatura…
 
Un final abierto que a pesar de todo convence
 
"Expediente de desaparición" es una novela muy original y nada previsible que explora nuevas fórmulas y soluciones para el género negro y policial que casi cabría situar dentro del terreno de la experimentación. Entendemos que una de estas formas de experimentación tiene que ver con el final de la novela que en el caso de Expediente es radicalmente abierto. No es habitual en las novelas de género negro un final de este tipo. Cuando esto sucede, por regla general, el lector se siente defraudado puesto que se le niega la posibilidad de conocer el sentido último de la historia que acaba de leer. Mishani arriesga mucho en este sentido pero a nuestro juicio la jugada le sale bien básicamente porque a pesar de la ambigüedad y de la evidente invitación a continuar con la próxima entrega del ciclo del inspector Avraham Avraham, el final de la historia es coherente con el planteamiento de fondo que el autor ha ido desarrollado a lo largo de la novela... Cuando parece que el caso ya está resuelto uno de los personajes vuelve a lanzar una hipótesis que cuestiona las conclusiones a las que ha llegado el lector y el investigador Avraham Avraham y la novela vuelve a experimentar de nuevo otra vuelta de tuerca. Y de nuevo la cuestión moral vuelve a emerger y a situarse en el centro de la novela. 
 
Una crítica a la indiferencia
 
“¿Por qué no se escriben novelas policíacas en Israel?” Es la pregunta que Avraham Avraham formula a la madre de Ofer durante la entrevista que ambos mantienen en comisaría al principio de la novela. En aquel momento Avraham responde algo así como que en Israel no hay misterios… Pero la pregunta permanece latente a lo largo de toda la novela y en otro momento, Uri Uri, un desagradable miembro del servicio de inteligencia que conoce el interés de Avraham Avraham por la novela policíaca responde lo siguiente: “La respuesta es que los policías de este país tienen a su cargo investigaciones tan triviales y son tan poco listos que nadie se molestaría en leerlas o escribirlas en forma de libro.”
 
"Expediente de desaparición" es la prueba de que esto no es así. De hecho, interpretamos la novela de Mishani como una profunda crítica a la novela negra y a la literatura en general y también a determinadas instituciones que parecen haber perdido de vista la importancia de la reflexión ética y moral. Tras eso que Uri Uri llama “investigaciones triviales” parece esconderse una alarmante incapacidad para identificar qué es importante y qué no y en virtud de qué sistema de valores lo es. Un dilema moral, parece querer decirnos el autor israelí, no puede ser de ninguna manera trivial puesto que en realidad constituye el centro de la investigación más importante que puede llevar a cabo el ser humano.
 
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Además de "Expediente de desaparición", Dror Mishani ha escrito otras dos novelas protagonizadas por el detective Avraham Avraham Avraham Avraham que todavía no cuentan con traducción al español, "Efsharut shel Alimut" (2013) (en inglés la han traducido como "A Possibility of Violence") y una tercera que en principio aparecerá en 2015 de la que todavía no se conoce el título.
 
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FICHA TÉCNICA
 
- Título: Expediente de desaparición
- Título en el idioma original: Tik Ne'edar
- Autor: Dror Mishani
- País: Israel
- Año publicación idioma original: 2011
- Año publicación versión leída para la reseña: 2015
- Editorial: Destino
- Páginas: 318
- Valoración personal (1-10): 9


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