19/6/12

Danzad, danzad, malditos

Aunque a primera vista no lo parezca, los libros tienen intenciones. Huelen el aire y evitan o buscan a los lectores que les son propicios. El de McCoy se extravió durante mucho tiempo, como si aguardara al momento adecuado para ser leído por el que escribe. Hace unos días cayó de nuevo en mis manos. Y esta vez fue para quedarse.

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“¿No es suficiente espectáculo ver a estos pobres diablos caerse todas las noches por la pista…?”

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A lo largo de los años treinta, después de la Gran Depresión, en Estados Unidos se hicieron muy populares los concursos de resistencia de baile. Mucha gente los veía como una manera fàcil de sacarse un dinero . Como su nombre indica no se trataba de concursos en los que se valoraba la calidad técnica de la ejecución de un determinado estilo, sino que única y exclusivamente se premiaba a la pareja que conseguía mantenerse en pie hasta el final.

Un concurso de resistencia podía llegar a durar días, incluso semanas. Además de bailar o, mejor dicho, moverse, también se obligaba a los concursantes a participar en cualquier prueba que el promotor considerara oportuno para magnificar el espectáculo y, en consecuencia, la venta de entradas.

¿Acaso no matan a los caballos? (1935) nos cuenta  la historia de Gloria Beatty y Robert Syberten dos jóvenes de provincias que ven frustradas sus aspiraciones de trabajar en Hollywood, ella como actriz y él como director de cine.

Como andan escasos de dinero deciden asociarse para participar en un concurso de resistencia de baile que se celebra en un enorme edificio junto a la playa.  Además de comida y cama gratis, y de los mil dólares del premio, la principal motivación es intentar atraer la atención de los productores y directores que suelen asistir como público.

Pero apuntarse a un concurso de baile con una desconocida nunca fue una gran idea, sobre todo si eres un tipo compasivo como Robert Syberten...  A lo largo del concurso, la enigmática Gloria Beatty se revelará como una persona agresiva y triste,  víctima de un pasado que se intuye plagado de sufrimiento, que se siente incapaz de seguir alimentando cualquier tipo de esperanza, incluso de seguir viviendo…

¿Acaso no matan a los caballos? es una novela sobre la imposibilidad de la felicidad y la justicia en un mundo dominado por el espectáculo y la competencia salvaje.

A nivel estructural, destaca la concepción de la novela como un largo flashback que se ve interrumpido al inicio de cada capítulo por fragmentos de una larga frase que hacen avanzar  la escena inicial, casi frame a frame, hasta el final.


FICHA TÉCNICA


- Título: ¿Acaso no matan a los caballos?
- Autor: Horace McCoy
- País: USA
- Año publicación idioma original: 1935
- Año publicación versión leída para la reseña: 2002
- Editorial: Diagonal / Grup 62 - Clásicos Gimlet
- Páginas: 170
- Época y lugar en el que transcurre la historia: Años 30 / Hollywood
- Valoración personal (1-10): 8


11/6/12

Huir de uno mismo



"Temía la verdad de su vida tanto como la extinción”

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Llego a Canciones de sangre (2001, el original; 2010, la traducción al castellano), segunda entrega de la trilogía  The Long Firm, con  retraso pero con muchas ganas después de la fantástica primera parte.

En esta ocasión,  Jake Arnott nos cuenta tres historias ambientadas en el Londres que va de finales de los sesenta hasta mediados de los ochenta (del Campeonato del Mundo de fútbol al segundo mandato de Thatcher) Tres historias que durante el primer tercio de la novela discurren en paralelo para, llegados a cierto punto, anudarse y volver a separarse.

Por un lado, tenemos la historia de Frank Taylor y su compañero, Dave Thomas, dos polis de West End Central. Dos caras de la misma moneda, el poli honesto y el que no lo es tanto. Corre el año 1966 y Londres acoge el Campeonato del Mundo de futbol. Los dos polis reciben el encargo de “limpiar” el West End londinense.

Por otra parte tenemos la historia de Jake,  el ambicioso y desequilibrado periodista del Illustrated, capaz de hacer cualquier cosa por conseguir una historia y medrar en el escalafón periodístico.

La tercera historia es la de Billy Porter, ex soldado en Malasia, ex presidiario, ex aspirante a ciudadano normal y corriente. Incapaz de encontrar una salida digna a su destartalada existencia Billy decide juntarse con un antiguo compañero de presidio para dar un golpe.  Pero las cosas no salen como estaban previstas…

Llegados a este punto  la trama experimenta un giro inesperado (no avanzo nada por si se animan a leerla) que hace converger las tres historias. A partir de aquí la novela empieza a acelerarse y a  crecer en direcciones imprevisibles y en distintos planos, dando lugar a una segunda  parte realmente brillante y entretenida.

Segunda parte que,  por un lado, nos ofrece un retrato de la evolución de la contracultura  (mods, hippies, skinheads, punks) y de las estructuras de control del estado (policía) en la Inglaterra de aquellas décadas y, por otro, nos habla de las terribles consecuencias de la corrupción, la ambición y el asesinato.

Canciones de sangre es también (y tal vez esto sea lo que más nos ha interesado) una novela  sobre identidades magulladas y secretos inconfesables. De alguna u otra forma, todos los personajes se ven obligados a lidiar con un pasado traumático que no consiguen dejar atrás.  En consecuencia, sus vidas acaban sometidas a  la tragedia que conlleva el rechazo de su verdadera identidad.

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P.D.: No esperen encontrar a Harry Starks en esta segunda novela de la trilogía. Creo recordar que sólo aparece en una única ocasión. ¿Tal vez para no perderle la pista y recuperarle en la tercera entrega? Sí repiten, en cambio, como secundarios de lujo el corrupto George Mooney y lord Thursby, ahora reconvertido en columnista del Illustrated.


FICHA TÉCNICA

- Título: Canciones de sangre
- Autor: Jake Arnott
- País: UK
- Año publicación idioma original: 2001
- Año publicación versión leída para la reseña: 2010
- Editorial: Mondadori - Roja & Negra
- Páginas: 358
- Época y lugar en el que transcurre la historia: Años 60 / Londres
- Valoración personal (1-10): 7