En Delitos a largo plazo Arnott nos presenta una versión del gánster más temido de los Swinging Sixties que aún siendo fiel al personaje real deja el margen suficiente para desplegar grandes dosis de creatividad.
...
Harry “el loco” Starks, el gángster gay que exhibe su homosexualidad con total despreocupación dejando incluso que en
ocasiones aflore su lado más camp, eso sí, sin perder jamás ese aspecto rudo que tanto intimida y atrae a los que le rodean; Harry “el loco” Starks, el adorador incondicional de Judy Garland y amante de la moda, al fin y al cabo, la vestimenta no
deja de ser una forma de intimidación, “una
especie de violencia decorativa en sí misma” dirá uno de sus amantes; el soñador casi infantil a la caza y captura del
reconocimiento público y la respetabilidad, el maníaco-depresivo atacado de periodos negros
de profunda melancolía que oculta a todo el mundo; el sádico, frío y brutal torturador capaz de mantener la calma más absoluta en
medio de la violencia más extrema, una violencia siempre teñida de
esa teatralidad tarantiniana que convierte en una imagen pop la escena más dura y repulsiva…
…
La
novela de Arnott está estructurada en cinco partes autoconcluyentes que pueden
leerse independientemente. Cada una de ellas está protagonizada por un
personaje del entorno de Harry que nos ofrece una visión particular del gánster. Visión que se
superpone a la anterior y que se mezclada con la siguiente conformando de este
modo un retrato poliédrico del señor feudal de los bajos fondos.
Así, vemos circular
a Terry,
el joven y desorientado amante de Harry; a Teddy Thursbay, el lord alcohólico y decadente, que se sirve de
un matrimonio de mentira para ocultar una homosexualidad al parecer inconfesable
en las altas esferas; a Jack the
Hat, el matón de la vieja escuela que no consigue adaptarse a los nuevos
tiempos; a Ruby
Ryder, la actriz fracasada; y,
finalmente, a Lenny, el
criminólogo hippy que verá en Harry la manifestación viva de la sociología del
desviacionsimo…
De una manera u otra, todos ellos son loosers,
sombras de lo que fueron o pudieron ser que caerán rendidas ante
el carisma de Harry, y aceptarán la ayuda que éste les brindará sin
ser conscientes de las compensaciones a las que ese gesto les obligará en el
futuro.
Y es que a
pesar de la aparente generosidad - sin duda hay en Harry Starks algo o mucho de
dictador paternalista -
“el loco” Harry nunca regala nada. Todas sus acciones están única y exclusivamente
dirigidas a ensalzar su ego, a satisfacer sus pulsiones, a contener el vacío del
que él también es víctima.
Como dirá en algún momento Ruby, "Harry ofrecía protección pero él era el
mejor protegido"
Más allá de ofrecernos un
magnífico retrato del mundo del hampa en el East
End londinense de los años cincuenta y sesenta, de las corrupción policial,
personificada en la figura del policía Mooney, de la hipocresía de parte de la
alta sociedad inglesa que tan pronto se entrega a maratonianas orgías en la campiña
como emprende cruzadas morales contra el vicio y la pornografía…,
incluso más allá de la figura de Harry Starks, lo que más nos ha interesado del libro de Arnott es esa aguda descripción del proceso de intimidación y coerción que permite al psicopático gánster hacerse con el control de la vida y la voluntad de todos esos personajes
marginales y desamparados.
En un ambiente de terror y violencia, la soledad, la marginalidad, el fracaso, la búsqueda
desesperada de alguna clase de adopción... desembocan inevitablemente en degradación y sumisión… El ser humano
convertido en objeto al servicio del ser humano.
En
algún momento de la novela alguien dirá: “Harold Starks. Durante un periodo de
varios años ha dirigido una banda muy bien organizada destinada a la
satisfacción de sus intereses materiales y sus ambiciones criminales.
Aterrorizó con métodos de sádica crueldad a todos los que se cruzaron en su
camino. Que se convierta usted en juez, jurado y verdugo de ciudadanos
inocentes mediante abyectas agresiones es algo que resulta especialmente
detestable y una deshonra para la civilización.”
Queda
dicho, una deshonra para la civilización… Eso sí, una apasionante lectura...
…
La
trilogía The Long Firm está formada
por Delitos a largo plazo (1999), Canciones de sangre (2001) y Crímenes de película (2003) En 2005 Jake
Arnott fue incluido en la lista de las cien personas más influyentes en la comunidad
gay y lesbiana del Reino Unido.
FICHA TÉCNICA
- Título: Delitos a largo plazo
- Autor: Jake Arnott
- País: UK
- Año publicación idioma original: 1999
- Año publicación versión leída para la reseña: 2009
- Editorial: Mondadori / Roja & Negra
- Páginas: 428
- Época y lugar en el que transcurre la historia: Años 60 / Londres (UK)
- Valoración personal (1-10): 9
- Año publicación idioma original: 1999
- Año publicación versión leída para la reseña: 2009
- Editorial: Mondadori / Roja & Negra
- Páginas: 428
- Época y lugar en el que transcurre la historia: Años 60 / Londres (UK)
- Valoración personal (1-10): 9